Aprendió rápido a ser limpio, fue aprendiendo las costumbres de su hogar, y cada día esperaba paciente la llegada de sus amos que con tanto amor le trataban.
El momento de la salida era la fiesta diaria. Saltos, gruñidos y mordiscos cariñosos por doquier...
Pero los meses pasan rápidos, y al frío siguió el calor. Por fin los niños todo el día en casa, que diversión.
Movimientos extraños, paquetes y maletas y ... Goli al maletero.
¿Donde estoy? ¿Dónde están mis amos? Llega la noche, nada comí, nadie me acaricia, ni anima mis juegos.
Y en medio de la soledad quedó su esperanza....
Un texto muy triste pada este dibu de Sara. Pero que razón tienen tus palabras.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Tienes razón Rosa, es triste y la ilustración muestra más alegría, y es lo que en principio he visto, pero me ha llevado al otro extremo...creo que sucede demasiadas veces, y hace unos días sentí dolor al ver el atropello de uno, me lo ha recordado.
EliminarBesos al aire amiga.
Que alma mas bonica que tienes, que suerte leerte y al tiempo que triste
ResponderEliminarmirar para tras y no haber podido crecer a la sombra de ese arbol