Tu recuerdo

Tu cuerpo  pequeñito, suave, chiquitito.

Tu olor fresco, que acaricia mi olfato cuando me acerco.

Tu pico fuerte, duro, picotea suavemente mi piel como terciopelo puro.

Sientes mi presencia, me buscas, no aceptas mi ausencia.

Siempre reclamas refugio, calor, compañía, amor.

Sabes que de todo encuentras, que habitas en mi corazón,

Ese lugarcito que nadie ocupará porque está ocupado ya.

Desde que te fuiste mis días son más tristes,

Mis manos ya no te tienen, mi cabeza no te sostiene,

Echo en falta tu aleteo, tus cariños, tus travesuras.

Ahora no temo dejar mis anillos en cualquier lugar,

Porque nadie los tocará, añoro esa lucha para antes llegar,

Para recuperar las piezas que en tu pico volaban sin parar.

Pepo, mi Pepo, mi amigo incondicional, defensor y dueño

De todo lo que tengo, hoy nadie defiende el ordenador, 

Ningún pequeño cuerpecito defiende las teclas

Si alguien se acerca a presionar sobre ellas.

Mis lágrimas ruedan por las mejillas y desearían mojar tus plumitas,

Como en otros tiempos sucedía, cuando en mi tristeza tú a mi venías.

Me picoteabas para transmitirme alegría y acompañabas cada día.

¿Dónde estarás? ¿Quién te ofreció compañía? Sé que sólo no sabes estar.

Espero que tengas hogar, y si no sobreviviste ese anochecer,

Seguro  revoloteas  como lucecita amorosa siempre dentro de mi ser.