COPOS fríos
resbalan por tus mejillas,
extiendo mis manos para rozarlos,
abro la boca saboreándolos,
en mi lengua
se derriten
como lágrimas heladas
tras la partida.
Con los ojos cerrados percibo
el calor del corazón,
llamaradas blancas,
como la nieve,
devorando latidos perdidos
por el miedo a la soledad.
Cuesta tanto decir adiós.
Sonrisa iluminada, resplandor,
espejismo que estalla en mil pedazos,
extiendo mis manos para rozarlos,
abro mi boca saboreando
el sabor salado
de la sangre
que brota de tus labios.
Cuánto cuesta decir adiós.
© Yashira 2024
Escrito para los Viernes creativos del Bic Naranja