Hoy, por fin, comienzo a vivir, mi sol vuelve brillar,
se que todavía alguna nube vendrá, pero lo peor ha pasado ya.
Los acontecimientos se sucedían,
uno a uno sobre mi caían y me aplastaban más y más.
Pedí ayuda desesperada, en mi entorno nadie escuchaba.
Antes de hundirme hasta el fondo, intenté sacar la cabeza,
agarrarme, a lo que tanto quería, a quien creía me amaba.
Resultó ser espuma, bruma, nada, se esfumó entre mis lágrimas.
Y ya sin esperanza, con temor, me precipité a lo más hondo,
con terror toqué fondo, un fondo oscuro, tenebroso.
Me vi sola, desamparada, no se las horas que pasaron
Desde un acontecimiento y otro.
Al final cuando ya por perdida me daba, vi una luz de esperanza,
alguien de mi se acordaba, vino a rescatarme, ilusión renovada.
En mi encontró resistencia, demasiado dolor, demasiada pérdida,
me pesaba el primer abandono, mucho, por lo duro, me clavaba al fondo,
la desaparición de un ser querido abrumaba mi pecho, lo apretaba,
Impedía que respirara,
pero lo que más dolor causaba era el abandono de la esperanza,
Ese rayito de luz que creí mi hermoso regalo.
Un regalo que no fue tal, que me clavó el último puñal.
Al que necesité abrazarme más y más.
Por fin, de este mes se ve el final, solo dos días y pasará.
Con él se marcharán más cosas de las esperadas.
Mi vida conocida, la vida que con tanto esfuerzo y sacrificio forjé,
se marchará, sí, pero yo aún estoy viva.
Se marchará uno de los seres que más quería,
bueno, trabajador, pendiente de todos cada día,
y también se marchará lo que nunca imaginé, la esperanza renacida,
mi ilusión, mi vida, se marchará y quedará atrás, perdida.
Pero hoy mis ojos, aun con lágrimas, ya brillan.
Son claros como mi alma, claros como mi vida,
iluminarán otros días, otros cariños, otras alegrías....