Los que navegan por mi mar...

miércoles, 29 de febrero de 2012

En juego solo mi vida


Ahora comprendí tu juego.
Los participantes nunca perderían.
Me pilló en medio,
y no sabía comenzada la partida.
Permaneciste a mi lado,
dando apoyo fingido,
el tiempo suficiente
de conocer al enemigo.
Jugaste con ventaja,
solo tú las reglas conocías.
Una partida de a dos,
el tablero, mi vida,
dos contrincantes
probando sus fuerzas,
en la lucha nada perdías,
nada tenías y nada querías,
tan sólo llegar a vencer,
jugaste a ganar
sin nada que perder.
Espero... Haya merecido la pena.
En este juego estúpido
sólo yo perdí la guerra.


Tu ignoracia, mi inocencia




Como ignorante vives,
como ignorante duermes,
como ignorante sueñas,
¿No quieres saber?
El saber no ocupa lugar,
eso dicen, pero ocupa.
Si te mantienes alerta,
ojos abiertos, oidos atentos,
puedes conocer más de la cuenta.
Temes perder la inocencia.
No confundas las letras,
el ignorante no sabe,
aunque valora lo bueno.

El inocente, si sabe,
conoce, y se mantiene sereno,
valorando, pero con conocimiento.
Tú sigue ignorante,
no quieras saber,
mi inocencia ayudará
a proteger tu sueño,
y al ayudarte
sanaré el dolor que siento. 

 
 

lunes, 27 de febrero de 2012

¿Dónde está el Héroe?





¿Dónde está el héroe?
La persona valiente, luchadora,
guerrero en la vida, soldado de luz,
que enfrenta sin miedo
lo que el destino le brinda.

Amar es sencillo cuando hay alegría,
cuando todo sonríe y brilla la vida.
Pero todos tenemos la cara y la cruz,
si sólo a la cara me miras,
si sólo me muestras la tuya,
ni tú conocerás, ni yo sabré.
Pero si a pesar del temor,
de los miedos que acechan,
te atreves y enfrentas mi cruz,
si destapas tus miserias ante la luz,
sin temor al rechazo, sin temor a la lucha,
si abrazados, juntos,
soportamos la muerte que antecede a la vida.
Cuando de nuevo reine la alegría,
la nuestra será más grande, más pura, más viva.
Seremos dos héroes capaces de crecer,
héroes que plantaron semillas donde
todos veían gravilla.
Sólo si te atreves a tocar, lo que no gusta,
sólo si me permites besar, lo que no quieres,
sólo así, de donde hay muerte crearemos vida.

¿Dónde está el héroe?
Persona capaz de mirarme de frente,
soldado valiente que nada detiene,
que se enfrenta sin miedo al destino que tiene.


.


Hoy, por fin, comienzo a vivir, mi sol vuelve brillar,
se que todavía alguna nube vendrá, pero lo peor ha pasado ya.
Un mes duro de verdad.
Los acontecimientos se sucedían,
uno a uno sobre mi caían y me aplastaban más y más.
Pedí ayuda desesperada, en mi entorno nadie escuchaba.
Antes de hundirme hasta el fondo, intenté sacar la cabeza,
agarrarme, a lo que tanto quería, a quien creía me amaba.
Resultó ser espuma, bruma, nada, se esfumó entre mis lágrimas.
Y ya sin esperanza, con temor, me precipité a lo más hondo,
con terror toqué fondo, un fondo oscuro, tenebroso.


Me vi sola, desamparada, no se las horas que pasaron
Desde un acontecimiento y otro.
Al final cuando ya por perdida me daba, vi una luz de esperanza,
alguien de mi se acordaba, vino a rescatarme, ilusión renovada.
En mi encontró resistencia, demasiado dolor, demasiada pérdida,
me pesaba el primer abandono, mucho, por lo duro, me clavaba al fondo,
la desaparición de un ser querido abrumaba mi pecho, lo apretaba,
Impedía que respirara,
pero lo que más dolor causaba era el abandono de la esperanza,
Ese rayito de luz que creí mi hermoso regalo.
Un regalo que no fue tal, que me clavó el último puñal.
Al que necesité abrazarme más y más.
Por fin, de este mes se ve el final, solo dos días y pasará.
Con él se marcharán más cosas de las esperadas.
Mi vida conocida, la vida que con tanto esfuerzo y sacrificio forjé,

se marchará, sí, pero yo aún estoy viva.
Se marchará uno de los seres que más quería,
bueno, trabajador, pendiente de todos cada día,
y también se marchará lo que nunca imaginé, la esperanza renacida,
mi ilusión, mi vida, se marchará y quedará atrás, perdida.
Pero hoy mis ojos, aun con lágrimas, ya brillan.

Son claros como mi alma, claros como mi vida,

iluminarán otros días, otros cariños, otras alegrías....








domingo, 26 de febrero de 2012





No importa el empeño que pongas,
ni el cariño en cada caricia.
No importa si vives o mueres,
lo importante es que no le molestes.
Nunca digas que sufres, que tienes miedo,
ni digas que el frío te ha helado los dedos.
Sólo sonríe, que tu sonrisa ilumine su cielo.
Que cuando te mire te encuentre riendo.
Y nunca, nunca jamás rompas su silencio.
Si un problema te acecha, calla o huye,
pero no esperes que él venga corriendo,
hay algo que nunca perdonará,
no hay perdón en un alma sufriendo.



Yo ya conocía la respuesta,
los riesgos, el dolor, todo conocido era.
Te acercaste a mi y te abrí mi puerta.
Sabía del error, sabía de la tristeza,
sabía que para mi era esta guerra.
Aun sabiendo todo lo que sabía,
permití que entrases en mi vida.
Hoy que todo pasó, reconozco mi valor.
Me lancé sin paracaídas.
En el momento mas vulnerable de mi vida,
puse en tus manos lo más bonito que era,
entregué mi ternura,
mi confianza, mi corazón,
en tus manos me puse toda yo.


No guardé nada, ni protegí lo mas tierno,
no quise pensar, ni escuchar,
confié tanto en ti, que mi confianza fue ciega.
Miraba tus ojos tiernos, tus manos duras,
pensaba que tu corazón era fruta madura,
que no corría riesgos, que el amor dura.
Y en ese camino dejé mi cordura.
Destrozada me encontraste, me mimaste,
recompusiste un poquito la estructura,
y al primer revés, con la primera bruma,
me empujaste de nuevo al vacío, 
no me diste oportunidad ninguna.



viernes, 24 de febrero de 2012




Voy escribiendo mis lágrimas,

letra a letra,
gota a gota, voy lavando,
limpiando mi dolor,
mi frustración.
En cada palabra voy dejando
cada uno de mis recuerdos,
en estas páginas se van quedando
impregnadas tanta ilusión,
tanta pasión,
y la desesperación,
también aquí se quedará.
Cada vez que escribo
dejo un poco de mi.
Dejo lo que duele, lo que hiere,
también dejaré la esperanza,
esa quedará
para recordarme que aun está,
que la vida sigue y mi camino también.
No permitiré ningún rehén,
ningún recuerdo prisionero,
todos en libertad dejaré.
Cada letra que leas, leelá con el corazón,
es mi corazón el que escribe,
el que llora, el que con cada expresión
va limpiando y aclarando,
va dejando las puertas abiertas
para que la proxima vez que leas,
te encuentres con otra razón.
No temas por mi, ni penes mi dolor,
la fuerza que siempre hubo en mi interior,
sigue presente y viva, llama encendida
que con fuerza brota y quema,
quema con rabia, con precisión.
No deja nada, no dejará ni las cenizas.



No te entiendo,
no te puedo entender,
¿Eres de hielo, de piedra, de qué?


Si al rozarme se derrite mi piel
¿Cómo tú impasible te ves?
Si tus dedos en un descuido
me rozan en cualquier sitio,
todo mi cuerpo se estremece,
se caldea, se mece...
Me abro como una flor
a la espera de tu amor.
Y tú, relajado, tranquilo,
mirando el televisor.
No te puedo entender,


¿Cómo entender tus ojos vacíos?
Los míos son ilusión.
¿Cómo entender tus manos muertas?
Las mías son vibración.
¿Cómo entender tus brazos caídos?
Los míos son emoción.


No te entiendo,



No, no te quiero entender.



jueves, 23 de febrero de 2012



 

Me abandonaste a mi suerte, tomaste todo mi amor,
Toda mi ilusión, todo mi entusiasmo,
Y como papel arrugado, me lanzaste a la calle,
 Colilla inservible a merced del viento.
Allí, seguí recibiendo reveses, nadie reparó en mi,
Nadie miró la soledad en la que me habías dejado,
Me volvieron a pisar, me ensuciaron y desgarraron,
¿Ahora quieres regresar? ¿Qué piensas encontrar?
Solo un papel arrugado, roto y desalmado.
Lo que queda de aquello que fui,
Lo que queda de lo que sentí,
Un día amé, viví, reí, y desde entonces
Ya ni recuerdo las veces que lloré,
Las que te llamé, las que pedí perdón por existir,
Por pretender que hicieras un lugar para mi.
Ni recuerdo las veces que te amé,
Ni recordarlo quiero, no, ya no.
Ya no más humillación, ni más dolor,
No más de ti, ni de todo lo que un día sentí.
Ya no espero nada, nada quiero.
Hoy, hay vida de nuevo en mí,
Hoy vuelvo a sonreír, con miedo, con recelo,
Pero vuelvo a mirar al frente y levanto la vista,
Con la esperanza renovada,

de volver a vivir.




De tus ojos se borró el amor.
Antes miraban dulces cuando a ti me acercaba,
los veía brillar y ronreir, todo mi ser temblaba.
Se me llenaba el alma, rebosante de pasión.
Ahora permanecen cerrados,
ni me miran. ¿Perdieron la ilusión?
Añoro esos días de luz,
de caricias sin fin, de calor,
de amor al fin.
Te añoro a ti, y no se cúando te perdí.
No te vi marchar,
no vi tus manos cuando me dejaron de tocar,
no vi tus ojos cuando me dejaron de mirar,
no vi tu cuerpo cuando me dejo de desear.
Hoy te espero desde mi soledad.
La ventana de mi alma abierta de par en par,
esperando recibir tu sol, tu calor,
tu viento, tu lluvia, lo que me quieras dar.
Te espero aun sabiendo que no vendrás.
Añoro tus brazos cálidos,
esos abrazos ahogando mi malestar.
Transmitiéndome tanto cariño,
todo calor, toda ternura, tanta protección.
Si decides regresar, mira bien dónde estas.
Cuando te alejaste perdiste la oportunidad.
Ya no quedan más pasos atrás...
No olvides que mi cuerpo, que mis ojos, te buscan,
pero tu hueco puede estar ocupado ya.





miércoles, 22 de febrero de 2012

¡Mujeres, quién las entiende!




Yo soy mujer, me siento orgullosa de serlo, ¿Es tan difícil entender que tengo unos ojos que mirar? ¿Es tan difícil entender que tengo unas manos, un cuerpo, que acariciar? ¿Tan difícil es entender que mis labios desean besar?.
Hay momentos en los que necesito llorar, momentos en los que necesito hablar, momentos en los que sólo deseo unos brazos que me abracen sin más.
Me gusta saber que estás. Me gusta sentirte cerca, aunque la distancia parezca inmensa. Saber que cuando cae mi ánimo, un "te quiero" lo levantará. Y si te siento triste o preocupado, por mis manos, por mis besos, amenazado no te sentirás.
Soy única, soy mujer. Y pido, aprendí a pedir, sólo un poco de ti. No te pido toda una vida, no te pido dedicación exclusiva, pero pido un hueco en tu corazón, un lugar en tu vida. Tú, como hombre, esto ¿No lo puedes entender? Sólo algo más pediría,  reciprocidad en la entrega, mi cuerpo sólo para tí sería. El tuyo, te aseguro, con nadie compartiría.





martes, 21 de febrero de 2012


Hoy, mientras tus dedos
suavemente acariciaban mi piel,
todo mi cuerpo se estremecía,
te miraba a los ojos,
miraba y sonreía,
eran claros como el día,
suaves como la brisa,
y cada vez que con los mios se cruzaban,
se achinaban en una sonrisa.

Qué sueño más hermoso,
que duro el despertar.

Mañana amanecerás solo,
tu cuerpo aún en su recuerdo
rememorará los besos que hoy le di,
pero desde la soledad
nadie puede ser del todo feliz.

Es duro despertar
después de sueño tan hermoso.

Si algún día buscas de verdad,
si de verdad deseas felicidad,
ven a mi, en mis brazos
encontrarás tanta paz, tanto amor,
que cada una de tus heridas
con mis besos sanarán.
Y si una espina, clavada aún está,
con mis dientes la arrancaré
como arrancaría de tu alma
el dolor que te causé.




lunes, 20 de febrero de 2012

Un ángel llamado Mamá...



Ilustración generosamente ofrecida por Sara Lew para regalarle una historia.




2ª Historia

Casi nueve meses me mantuvo a salvo, en su interior todo era comodidad, relajación, un mundo perfecto.
Pero, de pronto todo cambió, algo se rompió y el mundo conocido se transformó en ruido, dolor, desesperación.
Deseaba mirarla a los ojos, ver la cara que acompañaba a su dulce voz. Muchas voces, pero ninguna conocida, ninguna querida. Y el silencio volvió.
Unas doradas alas arropan mi pequeño y frío cuerpo, lo llenan de calor y esa voz tan tierna me envuelve con su canción. Por fin de nuevo solos, tú y yo.


Angel de la Guarda

Ilustración de Sara Lew generosamente ofrecida para regalarle una historia

1ª Historia

Mis brillantes alas te protegen de todos los males, confía, ven, acércate.
Muchas veces has negado mi existencia, hoy tengo alguna historia que contarte.

¿Recuerdas aquel día que no pudiste despegar los pies del suelo?
A un palmo de ti había un profundo agujero, tu intención era continuar, cuando te paré en seco, justo al ceder el terreno. No corriste ningún riesgo, el susto sí, ese no te lo pude evitar. Pero sólo en segundos tu vida pudo terminar. ¿No sentiste mi aliento?

¿Recuerdas al gran perro que una tarde te acompañó sereno? Te miró a los ojos y permaneció junto a ti todo el tiempo, sólo cuando tu agresor se hubo alejado, él también se despidió con esos ojos profundos que tanto te perturbaron, le buscaste sin éxito para agradecerle con afecto, pero ya, no pudiste encontrarlo...

En este día, ven, acércate, porque inicias el gran viaje, en mi vientre te guardaré y en mis plumas navegarás, nada te sucederá, como siempre mi protegido serás.

domingo, 19 de febrero de 2012

A tu memoria...


Viejito lindo, encantador,
risueño y conversador,
así eras...
Y así te recordaré yo.
En tu tractor, rodeado de tierra,
fuerte, siempre trabajador.
Nunca te oí una queja,
nunca descansando te vi,
siempre en tu labor.

No te espantaba la lluvia,
ni te recogía el calor.
Tanto en los días duros,
como en los días sin sol,
tu sonrisa regalabas
y tu buen corazón.
Para todos tenías palabras,
para todo tenías respuestas,
y si alguien te necesitaba

ahí estabas alerta....


Hoy te marchaste sin decir adiós.

Y esta vez, sí, descansando te vi.
Merecido descanso, lograste al fin.
Pero aquí nos dejas,
sin tu risa, sin tus charlas,
y con el alma llena de quejas.
Con el dolor de tu partida
no llenaremos... El hueco que dejas.


A mi tío Perete... 


Imagen relacionada




sábado, 18 de febrero de 2012



No entendiste... Nunca miraste mis ojos
cuando veían solo por ti.
No miraste mis labios cuando solo eran para ti.
No reparaste en cada momento,
en cada suspiro, en cada lamento,
Tus ojos dirigías al mundo,
las cosas importantes estaban ahí fuera.
No miraste mi mundo,
dónde lo importante se hacía a tu manera.
Aprendí a no tenerte,
reconocí mi soledad, la hice mi compañera.
Acepté tu silencio, lo entendí, así era.
Y aceptando, entendiendo, caminando, 
me fui perdiendo.
Hoy si te miro ya no te veo.
No me reconozco en tus ojos,
ni en tus labios, ni en tus manos,
ni puedo reconocer tu olor,
que me acompañaba
en las largas noches de insomnio.
Si huelo, si toco, si miro, a ti, ya no te veo.
Otros brazos vendrán, otros besos llegarán,
Los tuyos ya no están,
no entendiste... Que me acostumbré a no verte,
ni sentirte, ni tenerte,
que ya... Ni te echo de menos.